A lo largo de mi carrera profesional y deportiva me he encontrado numerosas situaciones en las que muchos compañeros y alumnos me han preguntado por qué defensa personal deben elegir para poder defenderse, tanto en una situación personal como en la profesional.

Saber cómo entrenar para defenderse de una agresión en la calle, es fundamental a la hora de elegir el sistema, el arte marcial o el deporte de contacto.

Pero… ¿en que me puedo basar para elegir un sistema de defensa personal? Lo primero que tenemos que hacer es evaluar el riesgo que tenemos de poder ser víctimas de una agresión, por ejemplo por el simple hecho de ser policías tenemos una pequeña predisposición a ser agredidos. Respecto al punto en cuestión, tendremos que tener en cuenta si pertenecemos a un grupo de riesgo, como víctima de violencia de género, miembro de fuerzas y cuerpos de seguridad, seguridad privada, etc…, como hemos comentado.

Técnicas de CuchiloEn segundo lugar debemos ser conocedores de nuestros aptitudes, habilidades, así como de nuestras capacidades.  La altura, el peso incluso hasta el género, pueden llegar a ser determinantes a la hora de repeler una agresión física. El entorno en el que se puede desarrollar esa agresión tiene que tenerse en cuenta a la hora de hacer una buena evaluación de riesgos. También debemos tener en cuenta el lugar dónde vivimos, el lugar en el que trabajamos o si, por el contrario, transitamos o trabajamos en un barrio deprimido.

Una vez tengamos claro el nivel de riesgo que tenemos, y una vez que somos conocedores de nuestras debilidades, es la hora de escoger el sistema defensivo que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Quiero hacer hincapié en la necesidad de conocer nuestro ordenamiento jurídico. Debemos tener en cuenta que de las lesiones que se puedan causar por una agresión ilegitima será responsable el autor de las mismas, exceptuando que el autor tenga alterada su capacidad psíquica, estados de intoxicación por sustancias o bebidas alcohólicas, el estado de necesidad, el que actúe impulsado por un miedo insuperable o el que obre en cumplimiento de un deber, oficio o cargo.

He dejado aparte el precepto que dice, el que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, porque puede ser el eximente o atenuante que más se acerque a los principios de uso de un arte marcial o sistema de defensa personal. Para su aplicación se tendrá en cuenta que se podrán emplear técnicas entrenadas para poder solventar una agresión siempre que la agresión a la que se hace frente sea ilegítima, necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y la falta de provocación previa. Haremos referencia en la necesidad racional del medio empleado, puesto que si se demuestra que en nuestra defensa se emplean técnicas desproporcionadas a la agresión, no se podría aplicar este eximente o en su caso atenuante y, por ende, ser castigados penalmente.

Por todo ello, se nos presenta el siguiente dilema, ¿Qué defensa personal elegir para defenderme? La respuesta la tenemos en el sistema Bricpol, que desde el inicio de su existencia ha tenido en cuenta este principio, y por ello se entrena con el objetivo de ser contundentes y proporcionales a la vez.

Solo quiero acabar comentado que eligiendo Bricpol, aprenderemos a defendernos de manera contundente, proporcional a la agresión recibida de una manera rápida y eficaz.