La formación policial, en materia de defensa policial, ha estado vinculada a las distintas artes marciales, dependiendo del dominio de cada una de ellas en el momento determinado.
Desde hace unas décadas las tendencias han cambiado, hay distintos profesionales que se han ido especializando en una materia concreta, para dar soluciones a los distintos problemas que nos encontramos los profesionales en las intervenciones diarias, cuando es necesario el uso de la fuerza.
Dentro de los cuerpos y en las distintas academias se han preocupado para que la formación policial sea un área específica ofreciendo una formación profesional concreta.
La formación policial ha cambiado mucho de antaño a hoy, de una enseñanza global a una enseñanza específica que engloba varias áreas, todas ellas interrelacionadas entre sí, si bien, aunque el avance ha ido en aumento, ese incremento no ha sido el suficiente ya que la enseñanza de defensa policial en las academias policiales españoles es limitada y se reduce a una cantidad de horas de enseñanza básica.
Tras el paso por las academias, los profesionales de la seguridad se enfrentan al trabajo diario, a los problemas reales de las intervenciones policiales, a los errores de procedimientos, etc… todos esos problemas hacen recapacitar a los funcionarios policiales sobre su formación.
Ello obliga a los policías a realizar una preparación complementaria por su cuenta.
Con las ideas plasmadas anteriormente, BRICPOL se ofrece como la solución a dicha formación, intentando dar un enfoque complementario que hará posicionarse a los profesionales de la seguridad, en situaciones psicológicas estresantes, tácticas y físicas, idénticas a las actuaciones a las que se enfrentarán en las intervenciones reales.
Los propios funcionarios de policía son los que deben elegir que defensa policial deben practicar para poder resolver con acierto los problemas que hemos mencionado, os dejo un enlace en el que os explico los principios que siempre he mantenido para encontrar la formación policial.
