Para defendernos de una agresión de una botella o botellazo, como más comúnmente se conoce a este tipo de agresiones, tenemos que tener en cuenta cuales son los factores que acompañan a estas conductas.
Normalmente estas agresiones se realizan en horas, lugares y por personas con un perfil muy concreto. De todos los escenarios posibles, vamos a manejar dos que son los que se repiten con mayor frecuencia.
Las grandes concentraciones, tanto botellones o propias manifestaciones, donde es frecuente lanzar objetos contundentes y entre ellos botellas.
El otro escenario, suele darse en lugares de copas a altas horas de la noche y por personas con gran ingesta de alcohol u otras sustancias.
Vista esta breve exposición, de poco sirve la práctica de artes marciales o sistema se defensa personal si mermamos nuestros reflejos con algún tipo de sustancias. Por el contrario, si nuestro estado es óptimo y tenemos conocimientos mínimos en algún sistema de defensa, podremos defendernos de una agresión de una botella con mayor facilidad.
En Bricpol tratamos la defensa contra ataques de botella de forma genérica como las agresiones de armas contundentes, puesto que poco difiere en relación con una agresión con una extensible o un palo o un hierro, incluso hasta con una silla. Estos ataques son muy similares en relación con la trayectoria y distancia de los mismos.
La experiencia Bricpol, nos lleva a entrenar a nuestros alumnos en la defensa de botellazos, cubrir la cabeza con ambos brazos, guardando siempre una distancia y en el momento oportuno de golpeo entrar en una distancia corta donde la botella no tiene trayectoria de golpeo y podemos trabajar mejor en su desarme.